Victoria, Carolina, Cayetano y Roque se habían quedado encerrados en el pasadizo secreto al que accedieron a través de la chimenea. Desesperados, se adentran en el laberinto y pronto se dan cuenta de que están atrapados entre dos frentes: alguien avanza hacia ellos con una linterna y por otra parte, algo mucho peor les pisa los talones.